domingo, 4 de noviembre de 2012

Mi diablesa.

Como ya dije, iba a ir publicando poemas que tenía por ahí muertos de risa.
Este es uno que escribí hará unos cinco o seis meses y que habla por sí solo, se titula "Mi diablesa":


Diablesa del regazo del cual pendo,
nos distanciaremos siervos de lo que tuvimos,
y cuando coincidamos, diables, veremos,
que lo habiamos superado menos de lo que creimos.

Una dulce llamada en la que me haces amargarme
cuando dices que la placidez te ha abandonado
si hoy también te he deseado que durmieras placidamente
más tu ojos, diablesa, son mi falta de descanso.

¿Quién es ese demonio al que amo tanto?
ese que lleva mi sangre,
el que odio y por el que mato
el mismo al que llamo padre...

Diablesa ¿Y mi madre?
he de hacerle mil honores,
y así mostrarle un amor al que le faltaran millones...

No recuerdo ni tus besos diablesa,
creo seguir la inercia de olvidar lo interminable...
como el recuerdo de tu holor o todo lo que me enseñaste.

1 comentario:

  1. ¿A que te gustaría que hiciera un análisis completo como los que hacíamos en lengua castellana?

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